Hoy, 31 de marzo, celebramos con alegría el Domingo de Resurrección, el día en que Cristo triunfó sobre la muerte y el pecado. Es el inicio de la Cincuentena Pascual, un período de cincuenta días en el que la Iglesia Católica celebra la Resurrección de Cristo, culminando en la Solemnidad de Pentecostés.
La Octava de Pascua, que comienza hoy, es una semana especial de ocho días en los que celebramos la Resurrección de Cristo de manera intensa y continua. Es como un “largo domingo”, donde el júbilo por la Resurrección se prolonga con la misma intensidad que el Domingo de Resurrección.
Durante estos días, las lecturas diarias nos llevan a través de los relatos de las apariciones de Cristo Resucitado y las experiencias de los discípulos en su presencia gloriosa. También notaremos un cambio en la Primera Lectura, que será tomada de los Hechos de los Apóstoles en lugar del Antiguo Testamento.
Al finalizar la Octava de Pascua, celebramos el Segundo Domingo de Pascua, también conocido como Domingo de la Divina Misericordia. Esta celebración, instituida por San Juan Pablo II, nos recuerda la importancia de la misericordia de Dios y se convierte en una fecha móvil en el Calendario Litúrgico, siempre el segundo domingo de Pascua.
Hoy, en el inicio de este tiempo sagrado, renovamos nuestra fe en la Resurrección de Cristo y nos unimos en júbilo a toda la Iglesia. ¡Feliz Pascua de Resurrección y que la Divina Misericordia de Dios nos guíe y nos fortalezca en este tiempo de gracia!
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