Con motivo de la festividad de Vesak, que conmemora el nacimiento, la iluminación y el fallecimiento de Buda, el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso ha enviado un mensaje a las comunidades budistas del mundo. El texto lleva por título “Buddhists and Christians in Liberating Dialogue for Our Time” (“Budistas y cristianos en un diálogo de liberación para nuestro tiempo”) y está firmado por el Prefecto del Dicasterio, Cardenal George Jacob Koovakad, y el Secretario, Mons. Indunil Janakaratne Kodithuwakku Kankanamalage.
“Nuestros saludos de este año se enriquecen con el espíritu del Jubileo, que para nosotros los católicos es un tiempo de gracia, reconciliación y renovación espiritual”.
El mensaje destaca el aniversario número 60 de la declaración conciliar Nostra Aetate, un documento clave del Concilio Vaticano II sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas. En este espíritu, el Dicasterio reafirma su aprecio por las enseñanzas budistas, reconociendo que:
“El budismo, en sus diversas formas, testimonia la esencial insuficiencia de este mundo cambiante. Propone una forma de vida por la cual las personas pueden alcanzar la liberación perfecta y la suprema iluminación”.
Tanto en el mensaje de Buda como en las palabras de Jesús –“conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8,32)–, se refleja una búsqueda compartida de sabiduría, compasión y liberación.
Un diálogo que transforme las palabras en acciones
El mensaje subraya la importancia de pasar de un diálogo de palabras a un diálogo de acciones concretas que promuevan la paz, la justicia y la dignidad para todos.
“Reconocemos la necesidad urgente de un diálogo liberador, capaz de traducirse en acciones para la paz y la justicia”.
En un mundo marcado por conflictos, injusticias y divisiones, el Vaticano alienta a fortalecer la cultura del diálogo como camino hacia una fraternidad auténtica. Se recuerda además el llamado del Documento sobre la Fraternidad Humana (Abu Dabi, 2019), que invita a la cooperación mutua y la comprensión recíproca.
El Dicasterio concluye su mensaje con el deseo de que esta celebración de Vesak sea bendecida y fructífera, y una ocasión para que ambas tradiciones religiosas continúen ofreciendo respuestas espirituales a los desafíos actuales.





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