6 diciembre, 2025

Si besamos la Cruz de Jesús, besemos la nuestra, astilla de la suya. “El que quiera venirse conmigo, que reniegue de sí mismo, que cargue con su cruz y me siga”. Miremos la cruz y dejémonos cautivar por un Dios que murió por nosotros, un Dios que respondió al mal con amor. “En cuanto a mí, no quiero sentirme orgulloso más que de la cruz de Cristo Jesús”. (Gal 6:14)

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Mariel

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