29 abril, 2024

En Nápoles, en el año 1700, Santa María Francisca de las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo, virgen de la Tercera Orden Regular de San Francisco, vivió y fue admirable por soportar muchas y continuas pruebas, mostrando una gran paciencia, penitencia y amor a Dios y a las almas. Su mayor amor era Nuestro Señor, y ofreció todos sus sufrimientos por la conversión de los pecadores y las almas del purgatorio.

Agregar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Mariel

Nuevos