Nació en Granada (Nicaragua) en 1902 y murió en Las Peñitas, León (Nicaragua) en 1977. Sus padres eran de origen español y muy ricos, por lo que se le ofrecía una vida llena de comodidades. En 1910, las Hijas de María Auxiliadora (FMA), habían llegado a Nicaragua. Eran muy pobres, buenas y siempre sonrientes, punto de partida desde el cual el Espíritu Santo le infundió su vocación que la llevó a dejar atrás todo por El Señor. Orientada hacia estudios artísticos, revela su talento para la música y la pintura. Al conocer la figura de Don Bosco: encuentra la encarnación de los ideales que vibran en su espíritu.
Profesa en 1923 y en el nombre de su Madre y “su Reina” – como ama invocarla – realiza una incansable actividad apostólica, dando vida a grandiosas obras. Conquista para su misión apostólica las jóvenes alumnas que se vuelven “misioneras” en los pueblitos de los alrededores de la Capital; luego, también empresarios adinerados y renombrados profesionales quedan conquistados por su devoción mariana, y se sienten comprometidos a colaborar efectivamente con Sor María, quien va proyectando la audacia de la más auténtica fe en la Providencia.
Sor. María sueña para sus pobres nuevas soluciones: obtiene visitas médicas gratuitas, al mismo tiempo crea cerca instalaciones para Ia acogida de los pacientes, como también salas para la catequesis y la alfabetización; para las familias sin techo, hace construir con la ayuda de la Providencia casitas, así las ciudadelas de María Auxiliadora.
En medio del sucederse de obras para organizar, encuentra espacio y momentos de ardientes elevaciones del espíritu y de una profunda vida mística, que es en realidad la fuente de la fuerza interior de donde su apostolado brota y recibe extraordinaria eficacia.
Haciéndose como el Apóstol, “toda para todos” y olvidándose de sí para conquistar cada vez nuevos amigos a su Jesús, se entrega hasta el último de sus días: el primero en el que decidió darse un poco de descanso. La esperaba allí el descanso eterno, con “su Rey” y “su Reina”. Era el 7 de julio de 1977.
Sor María fue todo un “Don Bosco” pero en femenino. En boca de su pueblo, fue una auténtica Santa y toda Latinoamérica, en especial Nicaragua y Costa Rica, celebró con un gran júbilo el día de su beatificación, que tuvo lugar el 14 de Abril de 2002 por parte del Papa Juan Pablo II.
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