¿Valdrá la pena ser cristiano? San Esteban de Zudaire, siento tan sólo un joven en un barco yendo a la aventura, nos dice que sí: que nada es poco para Cristo y que, por Él, se da la vida para vivir la Vida Eterna.
Entró a la Compañía de Jesús a los 19 años y es destinado a la misión de Brasil. En 1570, cuatro navíos y un galeón enemigos de la fe católica y del ideal misionero los increparon. Con el cuerpo abierto a punta de espada, en el pecho y junto al cuello, es arrojado vivo al mar. Sus labios jubilosamente vibran hacia el Cielo, con un Te Deum de agradecimiento a Dios por el martirio.
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