28 marzo, 2024

 Sábado V Tiempo de Cuaresma

Ez 37, 21-28

Jr 31

Jn 11, 45-56

    Que bellas y esperanzadoras han sido las palabras que hemos escuchado de boca del profeta Ezequiel. Dios volverá a congregar a su pueblo en la tierra que ha prometido. Sí: Dios nos volverá a reunir a nosotros los que estamos dispersos por el pecado para celebrar su victoria. 

    Es este Dios que busca salvarnos de todo aquello que nos aleja de Él: los ídolos (redes sociales, programas televisivos), las abominaciones (el pecado), nuestras iniquidades (rebeldías e indiferencias). El Señor quiere seguir siendo nuestro Dios. Él nos sigue prefiriendo como el pueblo de su heredar. 

    ¿Qué será bueno hacer?, se preguntaban los fariseos y los sumos sacerdotes (claro, ellos se preguntaban esto para matar a Jesucristo). Es algo que deberíamos de preguntarnos nosotros: ¿Qué vamos a hacer? O más bien ¿qué deberíamos de estar haciendo para responder a esa iniciativa que Dios tiene con nosotros? Dios mismo nos dará la respuesta: cumple mis mandamientos y pon en obra mis preceptos. 

    Respondamos a esa alianza que Dios hace y sigue haciendo con nosotros. Que todo el mundo reconozca que somos del Señor y a Él solo servimos. Que este tiempo de gracia que estamos viviendo nos lleve a rehacer esa alianza que Dios ha establecido con nosotros.

Pbro. José Gerardo Moya Soto

Agregar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Pbro José Gerardo Moya Soto

"Que la homilía pueda ser «una intensa y feliz experiencia del Espíritu, un reconfortante encuentro con la Palabra, una fuente constante de renovación y de crecimiento» (Evangelii gaudium 135). Cada homileta, haciendo propios los sentimientos del apóstol Pablo, reaviva la convicción de que «en la medida en que Dios nos juzgó aptos para confiarnos el Evangelio, así lo predicamos: no para contentar a los hombres, sino a Dios, que juzga nuestras intenciones» (1Ts 2, 4)". Directorio Homilético 2014 (Decreto)

Nuevos