Sábado V Tiempo de Cuaresma
Ez 37, 21-28
Jr 31
Jn 11, 45-56


Que bellas y esperanzadoras han sido las palabras que hemos escuchado de boca del profeta Ezequiel. Dios volverá a congregar a su pueblo en la tierra que ha prometido. Sí: Dios nos volverá a reunir a nosotros los que estamos dispersos por el pecado para celebrar su victoria.
Es este Dios que busca salvarnos de todo aquello que nos aleja de Él: los ídolos (redes sociales, programas televisivos), las abominaciones (el pecado), nuestras iniquidades (rebeldías e indiferencias). El Señor quiere seguir siendo nuestro Dios. Él nos sigue prefiriendo como el pueblo de su heredar.
¿Qué será bueno hacer?, se preguntaban los fariseos y los sumos sacerdotes (claro, ellos se preguntaban esto para matar a Jesucristo). Es algo que deberíamos de preguntarnos nosotros: ¿Qué vamos a hacer? O más bien ¿qué deberíamos de estar haciendo para responder a esa iniciativa que Dios tiene con nosotros? Dios mismo nos dará la respuesta: cumple mis mandamientos y pon en obra mis preceptos.
Respondamos a esa alianza que Dios hace y sigue haciendo con nosotros. Que todo el mundo reconozca que somos del Señor y a Él solo servimos. Que este tiempo de gracia que estamos viviendo nos lleve a rehacer esa alianza que Dios ha establecido con nosotros.
Pbro. José Gerardo Moya Soto
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