San Alberto, llamado Magno, Obispo y doctor de la Iglesia, ingresó en la Orden de Predicadores en París, enseñó de palabra y en sus escritos las disciplinas filosóficas y divinas. Fue maestro de santo Tomás de Aquino, uniendo maravillosamente la sabiduría de los santos con la ciencias humanas y naturales, y pese a sus virtudes y fama que tenía, prefirió la pobreza de la Orden a toda clase de honores, muriendo santamente en Colonia.
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