San Juan Berchmans, religioso de la Compañía de Jesús, amadísimo por todos por su sincera piedad, caridad auténtica y alegría constante, murió alegre después de una breve enfermedad. Se distinguió por su amor a la Sma. Virgen María y a Jesús en la Eucaristía. Su lema y forma de vida: “Aprovecho las cruces de la vida diaria; quiero ser santo sin espera alguna”.
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