19 abril, 2024

Bajo el emperador Septimio Severo en el siglo III, fueron detenidas en Cartago junto con otros jóvenes catecúmenos. Perpetua, madre de veinte años y Felícitas, su sierva, entonces embarazada, se alegraban de ser expuesta a las fieras, y de la cárcel las dos pasaron al anfiteatro con rostro alegre, como si fueran hacia el cielo.

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Mariel

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