León XIV concluye su liturgia inaugural con un ferviente llamado a la paz y un recuerdo a Francisco
Ciudad del Vaticano, 18 de mayo de 2025 – Tras presidir la Eucaristía que dio inicio a su ministerio petrino, el Papa León XIV se dirigió a los fieles desde el sagrato de la basílica de San Pedro, poco antes de rezar el Regina Caeli.
El Pontífice agradeció la presencia de miles de peregrinos –entre ellos los participantes del Jubileo de las Cofradías–, así como la asistencia de delegaciones oficiales, representantes ecuménicos y líderes de otras religiones. «Gracias por mantener vivo el gran patrimonio de la piedad popular», dijo a las cofradías procedentes de los cinco continentes.
León XIV evocó con emoción a su predecesor: «Durante la Misa he sentido fuertemente la presencia espiritual de Papa Francisco, que desde el cielo nos acompaña». Recordó igualmente la beatificación, celebrada ayer en Chambéry (Francia), del presbítero Camille Costa de Beauregard, modelo de caridad pastoral a finales del siglo XIX.
En un mensaje centrado en el sufrimiento causado por los conflictos, el Papa denunció la situación «de hambre» que padecen niños, familias y ancianos en Gaza, lamentó «las jóvenes vidas inocentes» truncadas por las nuevas hostilidades en Myanmar y reiteró que la «martirizada Ucrania» espera «negociaciones para una paz justa y duradera».
Finalmente, confió su servicio como Obispo de Roma a la Virgen María, “Estrella del Mar”, pidiendo que su intercesión traiga paz, alivio a los que sufren y la gracia de ser testigos fieles del Cristo resucitado.
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